El portal tenía unas características de portal anticuado, con una puerta de entrada de madera y herrería de forja en el ventanal así como un mármol envejecido en el perímetro del contorno de la entrada al mismo y un peldaño a salvar por la gente con minusvalía.

La obra ha consistido en adaptar el portal a la normativa de minusválidos salvando las barreras arquitectónicas, eliminando el salto del peldaño exterior desde la acera y el acceso al ascensor a través de una rampa, y actualizar y renovar estéticamente el portal cambiando su aspecto radicalmente transformándolo en un portal de gran belleza. Para ello se han picado los suelos existentes llegando hasta la tierra e incluso quitando parte de la misma para hacer una losa de hormigón que sirva de soporte del suelo echado nuevo así como de la rampa ya que la solera antigua no tenía cimentación. Se han cambiado de sitio y adelantado los peldaños que quedan para los vecinos que no tienen problemas de movilidad y se ha quitado de las paredes el friso de madera que existía y que daba un aspecto de portal antiguo poniéndose por una parte azulejo porcelánico actual y por otra madera laminada pegada, todo ello rematado mediante ángulos y esquineros de acero inoxidable. Así mismo, se ha aprovechado para cambiar los buzones, también de lugar, que quedan perfectamente integrados en el entorno. Por último, destacar que las barandillas y pasamanos se han puesto en acero inoxidable.

ANTES

DESPUES