Se ha tratado de la reforma de interior de un portal donde la propiedad ha querido hacer una transformación de la estética del mismo, sin meterse en excesivos cambios. Básicamente se ha tratado de alicatar las paredes, que estaban enlucidas y pintadas, dándole un toque moderno integrando el espejo en el conjunto del alicatado y cambiando también el embaldosado. Se ha hecho una banda inferior a modo de zócalo, con la baldosa del suelo dándole un aspecto más distinguido al portal.
La otra parte importante que ha justificado la realización de la obra ha sido la departamentalización del propio portal en una zona de anteportal, trasladando los buzones a allí, y otra de ascensores y escalera a través de la colocación de una nueva puerta en madera, que ha supuesto poner un portero automático doble con apertura a través de lector (tocken). Se picotearon las paredes, y sobre ellas se colocó el azulejo haciendo la obra más sencilla.